Hace aproximadamente 8
años, en un momento económico complejo donde no encontraba trabajo empecé hacer
bolsos, billeteras y un montón de cosas a mano para vender y conseguir algo
para cada semana. Me encantaba lo que estaba haciendo, pero quería hacerlo
mejor y con mayor velocidad. El cuento es que oré demasiado por una máquina de
coser, no solo para hacer lo que ya hacía, sino para dejar volar mi imaginación
con otras cosas. Nunca llegó así que enterré el sueño.
Hace poco a mi esposo
se le rompieron dos de sus jeans favoritos y al darse cuenta de que era más
costoso comprar unos de la misma marca, que arreglarlos con un parche y una
máquina, recordó que Dios desde el principio de nuestro matrimonio le había inquietado
a comprarme una y me la regaló. Si 8 años después, cuando el sueño estaba enterrado
en lo más profundo.
Cuando la vi quedé pasmada.
Vinieron miles de preguntas a mi cabeza: ¿puede una mujer de 32 años aprender
algo así? ¿No estoy demasiado vieja? ¿Algún día tendré esta habilidad? En fin,
un montón de tonterías que estaban clavadas como verdades por lo que escucho
continuamente de otros. No les puedo decir que ya me senté a usarla, aún la miro
de reojo, pero ya tengo ideas que me están acercando más a ella y el apoyo incondicional
de mi esposo para aprender.
Todo esto, como cada
experiencia que vivo en mi vida me enseña algo y ahora mismo estoy enfilando
mis esfuerzos en dejar de lado lo que dice el mundo de una edad productiva.
Estoy reconociendo que tengo un Dios que no se fija en eso para cumplir su
propósito y desarrollar los talentos que nos ha dado, algunos que dormimos o
enterramos.
Esta semana no te voy a
dar un versículo, te diré que la Biblia está repleta de historias que podrás
descubrir donde de lo que parecía inútil Dios sacó lo más bello. Tan solo necesitaron
creer y aprender algo nuevo. Ellos se embarcaron a vivir historias imposibles para
sus mentes, pero posibles para la mente de Dios.
¿Qué te está llamando a
aprender Dios? Quiero animarte a que lo hagas. Recuerda
que Dios todo lo hace nuevo y que sus tiempos son diferentes a los nuestros.
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