Se acerca el fin de año y con él todos los propósitos que
nos hacemos con entusiasmo para cambiar lo que no nos gustó del año que se
despide. Unos se proponen adelgazar, otros a conseguir pareja, cambiar de
trabajo, viajar y el más común de todos hacer ejercicio. Todo lo anterior muy
bueno pero por lo general se queda en promesas.
A veces pienso que hemos tomado como cliché escribir cosas
bonitas, pedir deseos y hacer toda clase de rituales humanos para pensar
positivo del año que viene, creamos en nuestra mente una especie de conjuros
positivos creyendo que la actitud y los pensamientos buenos serán los
responsables para conseguir que desde el 1 de enero todo sea diferente.
Pero queridos seamos sinceros y realistas creer que todo lo
bueno viene por realizar esos ‘Poderosos’ rituales es quizá una de las mentiras
que nos hemos creído por años y a la hora de la verdad estamos jugando a evadir
nuestras realidades sin hacer verdaderos cambios.
Yo no les digo que está mal hacer esas cosas, de hecho yo
soy de las que escribo lo que me gustaría alcanzar el siguiente año y hago una
lista detallada de peticiones a Dios en quien confío plenamente, a lo que me
refiero es a poner nuestra fe en esas cosas y creer que eso es suficiente.
Este año aprendí que tu realidad no la hace solamente lo que
piensas, sientes o crees, pero si la hace cada instante que vives, la fuerza y
la fe que le imprimes a la vida cada día que pasa. No podrás librarte
fácilmente de la enfermedad, de una pérdida o de sentirte solo, no te puedes
librar mientras estás vivo de pasar decepciones, quedarte sin empleo o sin la
persona que amas y así podría seguir con miles de momentos que al final hacen
atractivo estar vivo y ser mejor.
No sé cómo será el nuevo año yo creo lo bueno y espero que
sea mejor en muchos aspectos que el 2014, no sé si tendremos más dificultades o
si por el contrario veremos el final de muchas pruebas que pasamos lo que sé es
que espero ser suficientemente valiente y amorosa para transformar el pedacito
de mundo que me corresponde, que haré lo posible y lo que este a mi alcance
para conseguir esos sueños que tengo desde hace tanto.
No se detengan en lo complejo, en lo que no fue y sonrían,
sientan más y salgan de sus casas a contemplar el mundo de vez en cuando. No
dejen todo a la suerte ¡Feliz año!