El pasado es
eso que quedó atrás pero que uno decide si lo regresa y lo hace su presente, es
sin duda alguna el verdugo del futuro que esperas y sin pensarlo dos veces un
buen reparador de recuerdos importantes.
Lo que yo no
entiendo y aún me cuesta comprender es el
porqué de nuestra fascinación femenina hacía él, sobre todo esa fea y
cruel maña de usarlo para revolver el dolor y las historias más trágicas de
nuestra vida amorosa.
Aquí no habló
de las súper mujeres liberadas y autónomas que no sufren de los mismos males
que las otras, de ellas no, son una buena moda que espero que sea tan real en
sus mentes como en las cosas que publican en las redes.
Hablo de las
otras tildadas de brutas muchas veces y en las cuáles me incluiré, por el
simple hecho de haber tomado la decisión incorrecta y haberme enamorado de esa
decisión perdidamente. Hablo de nosotras las que nos hemos visto envueltas en
el recuerdo por mucho tiempo, de un personaje que nos jodió literalmente la
vida y se largó con otra.
Esas que
padecimos que nos dedicaran Usted de Diego Torres y Vicentico como si fuera la
manera más sutil de decirnos “terminamos pero fresca me cambiaste la vida eres
única” en pocas palabras “Me hiciste una mejor persona para otra”.
El pasado
pisado dice mi sabía madre, pero pareciera que no nos gusta pisarlo. Aquí le doy
unos indicios de esta situación: si usted es de las que revisa el Facebook de
su mala decisión y le molesta que tenga una nueva novia que en su concepto no
es tan maravillosa como usted y tiene pinta de bruja malvada déjeme decirle que
está en la mala. Acto seguido quiere verlo rogarle y pedirle perdón por todo el
daño que le hizo para rechazarlo como se merece y recordarle que “sus besos ya
serán besos usados” está peor.
Esto es un llamado a pisar ese pasado, a sacarnos
de la cabeza que nuestro orgullo es más valioso que sentir paz. A ser mujeres
decididas y capaces de sacudirnos el
polvo de esos que nos rechazaron, que se fueron con otra o simplemente
nunca nos pararon bolas. Ya estuvo bueno de sufrir de mentirnos a nosotras
mismas y seguir esclavas de un amor que no fue, de abrirle la puerta al
presente y de pensar mejor esas decisiones con las que nos vamos a meter en el
futuro.
La Biblia dice
que “Sobre toda cosa guardada guardemos nuestro corazón porque del mana la vida”
Proverbios 4:23, yo creo que este es el tiempo, sáquelo de Facebook, no le
conteste más llamadas deje de conservar la esperanza de un perdón genuino que
no va a llegar, por el bien suyo y de esta sociedad agobiada y doliente que en
diciembre acostumbra a recordar a los que no están como si los que están presentes
no contaran.
Dedicado a
todas mis amigas, a esas genuinas mujeres que entregaron el corazón y se los
devolvieron hecho pedazos. A ellas que son únicas y que son tan valiosas que no
merecen vivir en el pasado cruel sino en el presente donde brillan estando
solas.
Pienso que tristemente muchas de nosotras no tenemos la suficiente autoestima para dar ese paso y echar todo al baúl de los recuerdos. Cuando alguien te hiere hace que pierdas la confianza y es difícil recuperarla de nuevo. Siempre es bueno, además, en esas situaciones rodearse de quienes nos quieren bien para ayudarnos a salir de ese hoyo.
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