martes, 4 de noviembre de 2014

Dejen Jugar a Noviembre



Ayer mientras hacíamos algunas compras en un almacén de Bogotá vi con preocupación que no dejan vivir a noviembre sin restregarle en la cara que es tan sólo el mes que hace antesala a diciembre. Y fue sólo regresar a casa para ver en algunos edificios, luces, árboles y renos que me anuncian que la época más consumista pero bella del año comenzó gracias al afán de nuestros días.

Pero es por Noviembre que quiero interceder, ese mes que antes para mí no pasaba de ser el mes donde presentaba exámenes finales en el colegio o finales en la universidad y que me hacían anhelar las vacaciones y con toda la emoción la navidad. 

Qué les hizo noviembre que no lo dejan vivir en paz y no lo dejan cumplir con su función de ser el que genera expectativa. Se han puesto a pensar en cómo la identidad de noviembre se ha visto afectada, yo sí y por eso sufro. No me gustaría ser la que visten de algo diferente que no corresponde a su personalidad, no me gustaría tener que vivir anticipada cuando lo que quiero es gozarme el presente que tengo. No me gustaría que me presionaran a destilar felicidad cuando a mi lo que me corresponde es cerrar el año de los estudiantes y trabajadores que no siempre suele ser feliz.

Yo no sé cuál es el afán de vestir de navidad a noviembre, si finalmente es diciembre el que tiene la carga de parecer feliz todo el tiempo. Noviembre tan sólo es el chico tranquilo que prepara el cierre, yo me lo imagino como el chico del café que se sienta a hablar con sus demás amigos los meses de todo lo que han hecho y del balance parcial de las embarradas y aciertos cometidos. Él no es el chico feliz sólo el pensativo, el que carga las notas en las páginas web de las universidades y prepara psicológicamente a los padres para las matrículas.

Noviembre no es el chico feliz, es el chico realista que con calma le dice a usted lo que le viene en diciembre pero es necesario entender que no es diciembre y que por el bien de esta humanidad agobiada y doliente que pareciera vivir en un auto de carreras, la navidad debería aparecer el primer día de diciembre. Sólo para no acelerar el proceso para vivir un día a la vez y no más. 

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